Piense en aquella vez en la que escuchó una historia deseando que terminara incluso antes de comenzar.
¿Qué fue lo que hizo odiara tanto tener que oírla? Lo más probable es que quien contaba esta historia no haya podido convencerlo de que le interese el tema lo suficientemente rápido, por lo que terminó aburriéndose antes de la cuenta.
No le pasa solo a usted, le ocurre a todos. Los chistes pierden su eficacia cuando se alargan; las novelas se abandonan cuando el primer capítulo es obsoleto. Por el contrario, las historias más convincentes son aquellas que logran transmitir un punto de manera detallada.
Conozca los logos monográficos, el narrador de esas poderosas historias.
Simples pero sensibles, estos logos transmiten la narrativa completa de una marca con solo unos pocos trazos de lápiz digital, destacando el nombre de la empresa que representan y formando una fuerte conexión con la firma sin pelos en la lengua.
También denominados como “marcas de letras”, los monogramas son logos compuestos únicamente de tipografía. Estos logos generalmente varían de dos a tres letras (ya que los logos de una letra se consideran formas de letras) y están compuestos por las iniciales de su empresa. Debido a su fuerte énfasis en las letras, los monogramas pueden variar el mensaje que emiten según el tipo de fuente que se utilice para crear uno.
Los monogramas alcanzaron su máxima popularidad en el siglo XIX y mantienen su lugar central desde entonces. Se han utilizado para todo: desde invitaciones a bodas personalizadas hasta para dejar asentada la propiedad sobre un trabajo artístico. En especial, los monogramas son un símbolo de lujo, realeza, profesionalismo y clase.
Desde la industria de la moda hasta las compañías telefónicas, las empresas en general han hecho suyo el logo monográfico. Repasemos algunos de los logos monográficos más famosos y cómo influyen en las marcas que representan.
El logo de Louis Vuitton transmite historia y consistencia, ya que ha existido durante siglos. Esta marca de moda de lujo es una empresa familiar y el monograma deja constancia de esos valores tradicionales.
Cualquiera persona de la Costa Este de los Estados Undidos podría reconocer este logo. Fuente inagotable de orgullo, alegría y algunas veces frustración, el monograma de los Yankees de Nueva York se ha mantenido como un símbolo en el que se cree de manera incondicional desde 1905. Si bien no es el único logo utilizado por los Yankees, el monograma es utilizado en uniformes y souvenirs como una forma para recordar a los fanáticos de los deportes que vale la pena apoyar a este equipo.
“Life’s Good” (La vida es buena), presume de esta empresa electrónica, y su logo está allí para recordárselo. Manteniendo el formato del monograma, el logo de esta marca también tiene un significado oculto; al ser creativos con la forma en que colocan las letras para formar una cara feliz, se humaniza a la marca y se hace sonreír a su audiencia en el proceso.
Esta empresa de entretenimiento ha tenido una gran evolución del logo a lo largo del tiempo, aunque se ha quedado con el logo monográfico en todas partes (aunque bien podría decirse en cierto punto que es una mezca con un logo de emblema). Warner Brothers logra contar su historia a través de su fuente, la cual personas de todo el mundo han asociado con los comienzos de una película agradable.
Cuando se crea un logo para su empresa, siempre debe hacerse pensando en su público. Debe buscar que sea algo visualmente atractivo, al mismo tiempo que transmita los valores detrás de su negocio, ya que a la audiencia que busca atraer también se conecta con esos valores.
Los monogramas son dignos de recordar y, por lo general, tienen un aspecto limpio, nítido y (a menudo) elegante. Considere usar un logo monográfico:
La marca de lujo o un servicio de excelencia consisten en hacer que sus clientes se sientan atendidos con estilo, y nada transmite tanta elegancia como un logo que se siente personalizado.
Piense, por ejemplo, en toallas con monogramas, almohadas personalizadas, plumas estilográficas con iniciales: todos esos elementos están asociados con clientes de alto nivel. El logo monográfico le recordará a las personas esa sensación que tienen cuando ven sus propias iniciales estampadas en, bueno, cualquier cosa, como si usted se hubiera esforzado especialmente en atenderlos.
Debido a que los logos monográficos, por lo general, se basan en solo dos o tres letras, es una opción a tener en cuenta si el nombre de su empresa está compuesto por más de una palabra o es difícil de pronunciar. Si un nombre comercial largo puede desanimar a las personas, las iniciales de su nombre logran generar intriga, causando que su audeincia que pregunte más sobre su negocio.
Puede ser muy complejo crear un logo que atraiga a una audiencia multinacional, debido a que atenderá a un grupo diverso de personas; desde las barreras del idioma hasta las diferentes referencias culturales, los obstáculos pueden ser muchos. De esta manera, y en caso de duda, ¡menos es más!
Las iniciales mantienen su logo versátil y brinda a las personas la capacidad de reconocerlo en todo el mundo, sin asociar a su empresa con un idioma o población específicos. En lugar de sobrecargar potencialmente a una base de clientes con un logo “inteligente”, los monogramas le permiten conectarse con una audiencia más amplia.
Por consecuencia del énfasis que los monogramas ponen en unir las iniciales, a menudo se suelen asociar con la familia. Piense en los regalos de despedida de soltera y todo el ambiente de una boda; ¿Se ha preguntado alguna vez por qué las personas compran toallas y objetos con monogramas para parejas de recién casados?
Esto se debe a que hemos llegado a asociar a los monogramas como la representación de la conexión física y emocional de los nombres, es decir, como un símbolo de unir a una familia. En este sentido, los logos monográficos son una excelente manera de enfatizar los valores familiares detrás de una empresa y poder generar una conexión emocional con sus clientes.
Esto quizás parezca contradictorio, ya que por definición los monogramas eliminan el elemento pictórico de su logo, limitándose solo a letras. Sin embargo, muchas veces las imágenes pueden guiar a su audiencia a pensar en un objeto en particular. En algunos casos, esto puede funcionar a favor de una marca, por ejemplo cuando quieren enfatizar un producto específico que vende, sin embargo otras veces limita a una firma que en realidad busca un alcance más amplio.
Su empresa posee una historia para contar y un logo monográfico puede ser su mejor portavoz. Si elige un monograma, debe recordar que la fuente de su logo hará el trabajo duro por usted, así que intente seleccionar una fuente que tenga el mismo mensaje que su marca.
¿Aún no se convence por los logos monográficos? ¡Diríjase a esta publicación y pruebe los logos abstractos!
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